En esta propuesta, es fundamental el papel de los padres. Éstos deben mostrar seguridad al niño, a la vez que se refuerzan sus vínculos posibilitando una experiencia original, única e irrepetible.
La actividad busca la estimulación sensorial, utilizando el medio acuático como recurso didáctico por medio del juego. Esta experiencia recreativa, placentera y estimulante para los niños tiene como finalidad, la incorporación de habilidades básicas y esenciales.
Las clases le permiten al niño y sus padres, disfrutar del agua juntos y hacer de este medio un lugar lúdico y especial.
La actividad acuática a temprana edad permite reforzar la seguridad del niño en sí mismo y aumentar el vínculo afectivo con sus padres. Favorecer el desarrollo motor, la coordinación, fortalecer su sistema cardiorespiratorio e inmunológico. También están demostrados sus beneficios en el neurodesarrollo del niño.
Nos centramos en la motivación, la iniciativa y la resolución de problemas. El niño aprende a nadar jugando, en un entorno de confianza, logrando un contacto positivo con el agua que lo ayudará a tener una buena actitud futura en este medio.